jueves, 3 de septiembre de 2015

La increíble y triste historia de Aaron Swartz

Aaron Swartz fue un programador y activista de internet que terminó juzgado y condenado por un delito lamentable: hacer posible que una gran cantidad de artículos (papers) científicos alojados en JStor, quedaran fuera de esa jaula.
JStor es un sitio que alberga la producción científica de gran parte de los investigadores y pensadores de todo el  mundo. El sistema consiste en encarcelar el conocimiento (que, como dije en otro post es fruto de una creación colectiva) y cobrar doblemente: les cobra a los científicos por ingresar y luego les cobra a las universidades y a los mismo científicos para poder acceder. Es decir que los científicos pagan por ingresar a una jaula lo que han producido con la promesa que no se es nadie si no se está ahí dentro.
El negocio es millonario y Aaron Swartz demostró que además es vulnerable. Entiendo que le pegó en el centro de la concepción del sistema capitalista: poniendo en jaque sus ganancias y demostrando que es inseguro. Casualmente las banderas utilizadas hasta el cansancio para justificar diversas intromisiones violatorias de derechos humanos.
Básicamente ese fue el delito por el que fue juzgado y al momento de su suicidio estaba latente la posibilidad de una condena a prisión de medio siglo y de varios millones de dólares de compensación.
Sólo me detendré un momento para decir dos palabras sobre su suicidio. Finalmente fue una decisión que él tomó y jamás sabremos (aunque el intento de encontrar culpables en estos casos es casi inevitable) qué fue lo que gravitó más. Sólo lamentaremos enormemente su muerte.
Lo que plantea el caso es hasta cuándo toleraremos esto y qué podemos hacer entre tanto. Actualmente en la Argentina se está generando un sistema por el cual toda la producción que se hace en una universidad pública, todas las investigaciones, serán publicadas online, en repositorios digitales abiertos y conectados, y todas bajo licencias Creative Commons.
Hubo lugares fuera de la Argentina en los que ya se ha demostrado que tienen muchas más visitas y descargas de esta forma abierta, y hasta los mismos investigadores reconocen que han tenido interesantísimas devoluciones.
Es muchísimo más largo de hablar. Respetando el enorme trabajo de los que esto tienen que leer me detengo aquí. También es largo el camino a recorrer pero ya hemos empezado. Esta discusión lo prueba.

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